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martes, 5 de julio de 2011

A veces somos tan afortunados...

Solemos quejarnos siempre, por todo y por todos. Por mí, por mis compañeros y por mi primero. Damos por hecho que nuestra vida es una novela dramática, de la que nosotros somos protagonistas indiscutibles. Que no tenemos más que problemas y somos desdichados. La verdad es que no somos más que daños colaterales de una crisis que tarde o temprano pasará.

Después de haber escrito dos novelas: Terapia para una treintañera desesperada y Nadie y nada, una obra de teatro, La vida por delante, un libro de poemas, No hay palabras, y varios relatos, en apenas seis meses, viviendo con exátación la aparición imprevista de la inspiración, he tenido un mes de huelga de musas, en el que pensaba que ya lo había contado todo. Me faltaban las ideas, no así las ganas de escribir, y, de repente, sin esperarlo, como caída del cielo, llega a mis manos una historia increible que necesita ser narrada.

Vuelvo a sonreir, a no dormir por las noches, a que los pensamientos me arrebaten el sueño, sacándome de la cama para apuntar cualquier escombro de pasión, convertible en palabras que se hacen frases, en frases que se hacen ideas, ideas que son historias... Vuelvo a ser exclava absoluta de una historia que posee hasta mis sueños más profundos.

De pronto te invitaan a pasar unos días en una ciudad costera que desconoces, y sólo tienes que decidir cuando.

Una historia, un viaje, una ciudad desconocida, una aventura... Y yo pensando que no habría ya sorpresas para mí.

No sé si un día conseguiré vivir de lo que escribo, lo cierto es que desde que empecé y hasta que me muera, viviré para escribir. Esta es mi vida y empieza ahora.

9 comentarios:

  1. Me alegra leer que el bloqueo de escritor ha desaparecido y las musas vuelven a rondar por tu cabeza. Eso mismo le pasó a muchos grandes ilustres escritores, quiénes finalmente alcanzaron la cima. Mucha suerte!

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  2. Gracias Maio, ahora es la única ilusión que tengo. He empezado un nuevo libro y me gusta mucho. Un beso y gracias por los ánimos. Besos.

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  3. Lo de exclava con equis me lo tendrás que explicar...Aunque conociéndote, seguro que te inventas un no sé qué de un dialecto perdido que ha evolucionado...y que los idiotas de La Real Academia de la Lengua no tienen ni puta idea... y que se puede escribir como te salga de las narices... O peor aún, que la palabra está formada por la preposición latina ex, más clava del verbo clavar y que se unió en siglo IV antes de que los bárbaros invadieran la pernínsula en el 409 y que aparece en no sé dónde... !!!Qué hostia le has pegado al pobre diccionario!!!

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  4. Que cruel eres, Nani... también he puesto exatación, por si me quieres emparedar...

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  5. Además, pa que lo sepas, la X de exclava es por asimilación con las palabras, exaltación, excitación, éxtasis, exuberancia... En definitiva, es un énfasis de la propia palabra, es un recurso estilístico, pero claro... que vais a saber de eso los correctísimos licenciados en derecho...

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  6. !Cómo lo sabía!... En inventiva no te gana nadie... Si fuera por ti el castellano sería una suerte de lengua a la carta, entendiéndose por tal: !escríbelo como te salga de las narices!... !Cuándo llegará el día en el que el ser humano reconozca que simplemente se ha equivocado, como me pasa a mí y a la mayoría de los mortales prácticamente desde que nos levantamos por la mañana!... !MENUDA CUENTISTA!!BASTA YA DE AGRESIONES A NUESTRO AMADO IDIOMA!

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  7. El español es tan rico en acepciones...

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