Vistas de página en total

lunes, 4 de julio de 2011

Cuéntame un cuento

Desde mi madurez, no inaugurada por falta de medios, he querido hacer  un repaso por los cuentos infantiles que nos han educado y enseñando los valores que la juventud de mis tiempos hemos adquirido, y francamente, me he decepcionado:
 Cenicienta es el primer caso de braguetazo conocido en la tradición oral. Caperucita Roja es un claro ejemplo de maltrato infantil y abandono a la tercera edad, Blancanieves es el primer testimonio escrito de necrofilia. Bueno, los Siete Enanitos, qué queréis que os diga… “esta cama está caliente, alguien ha dormido en mi cama”, yo no sé de qué época será este cuento, pero las orgías existen desde muy antiguo. O Pinocho, el mentirolas, o Los Tres Cerditos, una anticipación del problema de la vivienda actual y también, un claro ejemplo de poco compañerismo, pues ya podría el tercer cerdito haber invitado a los otros dos a su casa desde el principio, y nos evitamos disgustos.
De todos ellos, yo creo que el que más nos ha influido en la vida es Peter Pan, pues todos somos pequeños Peterpanes, abnegados adultos aferrados a la poca juventud que nos queda.
Pero ya, analizando los valores incurcados en la infancia, he recordado también los dibujos animados que solíamos ver:  Esa Heidy y ese abuelo, olvidados en la cima de una montaña perdida de los Alpes, o ese Marco, abandonado por su madre, sin olvidar a Candy Candy, que nada más empezar la serie, muere su novio de una caída a caballo. Todo el santo día llorando, si no por uno, por otro. Creo que si no hemos muerto de una depresión siendo niños, ya no nos mata nada. Pareciera como que todas estas nociones infantiles no han hecho más que prepararnos para el sufrimiento, la incomprensión que íbamos a padecer de mayores. Sinceramente, si hubiéramos tenido la opción de elegir, yo hubiera elegido Doraimon, el gato azul que saca de todos los problemas a Novita. Al menos este te enseña que en la vida te tienes que arrimar al árbol que más sombra dé o tener un buen abogado (que representa la figura del gato cósmico). La vuelta al mundo en ochenta días, los Trotamúsicos, los Fruitis, Los Fraguels Rock, el Gato Isidoro… no han hecho de nosotros más que una panda de holgazanes, viva la fiesta, perroflautas, idealistas y sentimentaloides seres humanos.
¿Y ahora seguís pensando que nos han educado mejor que a los chicos de ahora? Ya lo veremos en el futuro…

No hay comentarios:

Publicar un comentario