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sábado, 2 de julio de 2011

A Ferrán Adria, que tanto nos ha aportado…

Me gusta innovar en la cocina. Cerrar la puerta y volverme loca con mis creaciones. Y he de decir que no se me da nada mal… Ayer, sin ir más lejos, estaba aburrida y me dije “voy a inventarme algo”, y preparé una descomposición de aborto aviar a la brasa del oro del olivo (o sea, que me freí un huevo y se rompió la yema), acompañado con tubérculos indígenas transoceánicos al estilo desempleado (es decir, unas patatas a lo pobre), y para rematar configuré una crema fría de organismos vegetales variados, supra- hidratados y espolvoreado con jugo de vino amargo y gotas de sal, en una balsa de fluido graso (lo que viene siendo un gazpachito).

 Sí, la verdad es que me gusta la cocina moderna. Hay que ponerse al día y no caer en el oscuro vacío insalubre de la tradicionalidad.

¡Qué invento lo de la cocina mediterránea moderna! Claro, esto es algo totalmente nuevo, de lo que mi madre no tenía ni puta idea. Qué va a saber ella… si lleva toda la vida deconstruyendo tortillas sin saberlo.

Pero en fin, que está muy bien este concepto de modernidad. Estoy pensando en montar mi propio restaurante de cocina mediterránea moderna. Ya tengo el nombre, lo llamaré ¡LA MADRE QUE ME PARIÓ! En el que por un módico precio de unos cuantos cientos de euros, tendrá el placer y sobre todo la exclusividad de degustar el plato estrella de la casa: la fiesta de dinero (conocido vulgarmente como ensalada de pasta), o también los exquisitos granos asiáticos con frutas del mar (o paella) o el escándalo carnal de la garbanzada (popularmente conocido como cocido) o incluso la orgía carno- espiritual al aroma de comino (el guiso de papas con carne de toda la vida)…

Quizás llegue más lejos, como el triunfo lo tengo garantizado, pues si algo sobra en este mundo son tontos ricos que no saben dónde malgastar el dinero, luego pondría un pub de copas, donde en vez de calimocho se pida un jugo de la vid, casado con bebida gaseada al aroma de cola, con dos icebergs y unas gotas de néctar del fruto de los alimentos de los gusanos de seda en copa de balón a 30€.

Si es que, si no triunfamos es por falta de iniciativa… no será por falta de ideas…

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