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viernes, 7 de octubre de 2011

¿El secreto? Jugar al despiste

Creo haber captado la idea. Las cosas siempre vienen por el lugar opuesto al que esperas. Cuando te centras en algo, surge otra cosa, que nada tiene que ver, y que te impide centrarte en este algo que estabas haciendo. Llevo casi seis meses en paro, y casi tres años buscando trabajo, pues, a pesar de que antes tenía uno, no era el que yo quería (aunque ahora diera un ojo por recuperarlo…) Cuando me apunté al curso de animación geriátrica, (el cual sólo me interesaba porque pagaban), lo tuve que dejar por un trabajo. Cuando empecé el curso de fotografía, lo tuve que dejar por un trabajo. Cuando me propuse aprender portugués, lo tuve que dejar por un trabajo. El otro día caí en la cuenta de todo esto, y me dije a mi misma “hostia, si ya conozco el proceder del destino, al menos en mi caso, tengo que centrarme en algo que no sea buscar trabajo”. Así que ni corta ni perezosa me apunté al gimnasio. Dos clases más tarde, justo después de pagar la primera mensualidad, me surge un trabajo que me tendrá aislada del gimnasio y de mis eternas clases de Pilates durante todo lo que resta de Octubre. Se trata de algo muy eventual, apenas para un par de semanas, lo realmente importantees que este será mi primer trabajo literario, por el que voy a recibir una remuneración. No está nada mal. En cuanto lo termine me apuntaré a clases de flamenco, o de canto gregoriano, o de petipuán… da igual, lo importante es centrarme en algo para que el trabajo venga a mí, desordenándome los planes inmediatos. Esa es la única finalidad de mi entretenimiento, y este es el secreto para que te cambie, en mejor o menor medida, la vida.

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