Vistas de página en total

martes, 30 de agosto de 2011

O todo o nada

Esta última semana, fabulosa y fatal, de fiesta y desenfreno, he tenido ideas geniales. Algunas realmente explosivas, para engrosar mi blog, que estaba padeciendo monotonía estática. Versiones sobre la realidad vista desde distintos puntos de vista sobre lo que he visto, lo que he vivido, lo que me han contado y lo que me he inventado… Desgraciadamente no he salido por ahí con un lápiz y un papel para apuntar todas estas impresiones fugaces en el tiempo, como en otras ocasiones. No quería parecer una pirada, maniática y freaky (que es lo que soy), y los efectos del alcohol han actuado en mi cerebro, destruyendo toda partícula de idea que tenía preconcebida, guisada y lista para servir caliente… Intentaré, no obstante, seguir esforzando mi mente para intentar recuperar alguna de aquellas ideas que me parecieron fascinantes.

Ahora sólo se me viene a la cabeza una última reflexión:
• Llevas un año en paro, buscando en vano, cualquier tipo de trabajo, sin escrúpulos ni tonterías… y cuando por fin encuentras uno, te llaman de dos o tres sitios más, y no sabes cual elegir.
• Pasas diez meses sin comerte una rosquilla, vamos, que no ligas ni pagando, y de repente, como por arte de magia, tienes una semana extraña que es todo un festín para tus partes íntimas.
• Durante dos meses no sales de marcha, por unas cosas o por otras… y un día sales en plan tranqui y la lías parda, como en un intento de recuperar todo el periodo de clausura anterior.
Creo que Dios necesita un ayudante, una especie de secretaria polivalente, que le organice la agenda, para que dosifique las experiencias vitales que nos manda a los pobres seres humanos, abatidos y desquiciados con la casual eventualidad de los aconteceres de nuestras vidas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario