Vistas de página en total

martes, 2 de agosto de 2011

Esperando

El tiempo, Dios de dioses,
Rey de reyes,
Dueño del viento,
Corre incesante a su ritmo,
No se para un momento.

El tiempo nos dice
Quienes somos, quienes seremos,
Quien hemos sido en un pasado,
Siempre eterno.

No tiene amo, ni dueño,
Sólo tiene esclavos en su reino.
Tiene minutos, horas, segundos,
Tiene meses, días enteros.

Todo lo que ansiamos,
Lo posee siempre el tiempo,
Y lo va entregando
A su antojo, sin quererlo.

No avisa, ni llama,
Cuando asiste a tu entierro.
No actúa con prisas,
Nadie puede detenerlo.

Nos da y nos quita,
Cuando llega el momento.
No tiene amigos, ni enemigos,
Engulle todo a su encuentro.

No es pasado, ni futuro,
Ni es presente, por supuesto.
Es enorme, infinito,
Es un mal siempre eterno.

No, nunca, siempre,
Va el tiempo a destiempo.
Llega siempre puntual,
Mil relojes dan aliento,
Al momento que esperamos,
Y también al que aborrecemos.

El tiempo, el tiempo,
Siempre y nunca el tiempo…
Nos empuja, nos agobia…
…No llega, y enloquecemos.

Y entre sombras de atardeceres,
Esperamos sin consuelo,
Los desmanes y aventuras
De tiempo afable y resuelto.

El tiempo, que todo lo puede,
Va surcando los caminos.
Hoy espero a que llegues,
Mañana, que te hayas ido…

Y así, entre deseos y anhelos
Va mi tiempo trascurriendo,
Dudando, amando, corriendo…
Sin tener nunca lo que quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario