Vistas de página en total

domingo, 7 de agosto de 2011

La vida me puede

Hoy no suena música, sino rudo en mi cabeza.

El destino querrá que sea así mi vida. Y mientras que yo lo doy todo por los demás, no recibo más que decepciones, conflictos y problemas. Y mientras tanto, sigo en mis trece, queriendo pensar bien de todo el mundo, porque no llego a comprender la psicología ajena. No entiendo cómo hay gente que se esfuerza cada día en hacerse la vida un poco peor, y de camino, hacérsela a los demás también más difícil. ¿Nos acabaremos convirtiendo todos en unos seres egoístas y crueles?

Siempre pensé que el que bien actúa no tiene cargos de conciencia. No tiene que dar explicaciones, ni se mete en problemas absurdos. ¡Ojalá fuera todo tan sencillo! Y entonces… ¿cómo lo hacemos?, ¿Cómo debemos actuar?, ¿De quién nos podemos fiar?

Las palabras son tan débiles, tan insuficiente ante los hechos, que no hay manera de encontrar un juicio justo.

Aquí, desde mi edad floresciente, desde mi ignorancia bondadosa, desde mi desequilibrado bienestar… me pregunto ¿Cuándo dejaré de preguntarme por todas estas cosas?

Todo podría ser bien sencillo, y sin embargo… no lo es…

No hay comentarios:

Publicar un comentario