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jueves, 24 de noviembre de 2011

El abuso de los poderosos

El mundo de la competencia es maravilloso. Me encanta ver cómo los históricamente grandes se bajan los pantalones para conseguirte como cliente. Aún así, yo soy muy rencorosa y no olvido. Además de que no soporto el “todo vale” para conseguir un cliente. En realidad el “todo vale” para conseguirte es mal comienzo para cualquier tipo de relación, pues una vez que te tienen, se olvidan completamente de ti.

El otro día tuve la llamada telefónica de una chica muy amable de Moviestrella. Cómo lo que más me sobra es tiempo, y apenas hablo con nadie en todo el día, pues decidí darle coba, y atender educada esa llamada. Fue algo así:
- ¿Pilar García Moreno?
- Sí, soy yo.
- Buenos días, le llamo de Moviestrella, mi nombre es Mónica. Pilar, le llamamos porque queremos informarle de nuestra nueva tarifa de precios para móviles, usted ¿con qué compañía está actualmente?
- Bueno, actualmente estoy con la compañía que he estado siempre. Vodalaire.
- Ok Pilar, pues si se viene con nosotros se puede beneficiar de la nueva tarifa de precios que ofrece Moviestrella a sus nuevos clientes, además de un 20% de descuento adicional durante los seis primeros meses y además si aprovecha ahora la oferta le regalamos un teléfono móvil de última generación a elegir, ¿qué le parece?
- Pues me parece fatal.
- ¿Cómo?
- No, que digo que me parece muy mal.
- ¿No le interesa nuestra oferta?
- La oferta en sí es tentadora, no lo niego, pero me parece muy mal que llaméis a la gente ofreciéndole este tipo de gancho para cazarlos.
- No le entiendo, quiere decirme que no quiere aceptar la oferta que le estoy ofreciendo.
- Pues aunque suena muy bien, y me encantaría tener uno de esos móviles de última generación que no me puedo permitir, ya le he dicho que soy de Vodalaire y no me voy a cambiar.
- Pero ¿por qué?, si yo le estoy ofreciendo una buena promoción.
- Ya, pero…
- Y podría saber el motivo..
- Pues claro. Mire, Vodalaire ha sido mi compañía desde que tengo móvil, cuando se llamaba Arcatake y Moviestrella era Telecómica. Llámame romántica, pero siempre ha estado conmigo en los malos y en los buenos momentos. Ha habido ocasiones en mi vida en las que no he podido pagar el recibo y no me han cortado la línea, ni me han cobrado de más, hasta que he podido pagarlo. Nunca me he comprado un móvil, pues ellos siempre me han regalado el que he querido en cada momento. Estoy contenta con mi compañía de teléfono. Me gusta. Me ha conservado durante los años, me ha cuidado, me ha mimado y ahora no voy a cambiar.
- Pero nosotros le ofrecemos una tarifa de 15 euros al mes…
- Me quedo con mi tarifa.
- ¿Pero su compañía le regala una iphone?
- Dígame una cosa, Mónica. Si usted está casada, y le gusta mucho su marido, él se porta bien con usted, le da un buen servicio, no le cuesta mucho dinero mantenerlo… ¿lo cambiaría por otro hombre que viniera a agasajarla con un anillo de diamantes?
- Bueno, estamos hablando de cosas diferentes. Yo le ofrezco la posibilidad de ahorrar al mes un dinerito.
- Mire, por mucho que ahorrara, Moviestrella nunca me llegaría a pagar todo lo que ya me ha robado en mi corta vida, cuando no había más compañías que esa. Recuerdo cuando estudiaba fuera y salía todos los días a la cabina para llamar por teléfono a mis padres o a mi novio o a alguna amiga. Esperaba mi turno, muerta de frío, cuando por fin podía llamar, echaba los veinte duros y plim!!!, como si por arte de magia fuera, se los tragaba sin más. Sin opción de recuperarlos. O en medio de la llamada, se colgaba, porque sí, y te quedabas sin hablar. Recuerdo cuando empezaron a sacar las líneas de coste elevado, sin avisar a la población de que la llamada podía costar 200 pesetas al minuto. Recuerdo tantos abusos que, mientras que haya otra, nunca seré de esa compañía que tanto nos ha robado a los españoles cuando estaba sola. Así que no. Me quedo con Vodalaire. Lo siento, soy una mujer rencorosa y fiel.
- Muy bien, Pilar, buenos días.
- Buenos días.

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