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viernes, 11 de noviembre de 2011

¿Cómo están ustedeeeeesss?

En el gran circo de la vida, todos tenemos nuestro papel. Hay quienes esperan a que salga el domador, otros prefieren ver al trapecista, algunos optan por los enanos, la mujer barbuda o el gigante más grande del mundo, y a los niños les suelen gustar los payasos. A mí no me gusta meter la cabeza en la boca del león, me dan miedo las alturas, y puesto que nadie pagaría por ver mi físico, supongo que tendré que aceptar el papel que sobra. Entre los payasos se encuentran los listos, los que ponen la zancadilla y tiran la tarta de merengue en la cara del otro, y los tontos, los que se caen al suelo y reciben el tartazo para provocar la risa ajena. Somos muchos los payasos en este circo en el que vivimos, y entre todos nosotros, son muchos también los que ponen zancadillas y tiran tartas. Yo creo ser del otro tipo, un payaso tonto, pues constantemente me estoy tropezando y la cara me sabe a nata. No obstante, este es el puesto que me ha tocado ocupar y no es menos importante, pues sin payasos tontos, la labor del payaso listo no tendría sentido. Sin nosotros los niños no irían al circo, y no habría risas, y el riesgo del domador o del trapecista, o el número de los enanos no tendría público en este gran espectáculo. Por lo tanto, el payaso tonto es un tipo importantísimo dentro del circo, que es la vida.

Y recuerda, si alguien te pone la zancadilla, es porque tú eres una fuerte competencia directa de ese alguien tramposo.

1 comentario:

  1. jejeje...yo tmb soy de esos payasos tontos y torpes pero oiga!!en todo grupo tiene que haber un payaso de esos si no menudo coñazo...!!Incluso a veces se provocan envidias por ser ese tipo de payaso que enternece y cae bien a "todo" el mundo.Que ironía,con el miedo que me dan a mí los payasos...xD

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