Estos hechos que a continuación
narro, acontecieron en Madrid, allá por el año 2006, cuando no conocíamos más
crisis que la de los 40, ni más depresión que la pos- vacacional. Había una
chica tímida, provinciana que se buscaba la vida por primera vez en al capital,
trabajando como azafata de una marca de
tabacos en un estanco y un día conoció a una persona muy especial. Sólo la vio
una vez, aquel día, pero no se trataba de una persona cualquiera, sino que es
este tipo de personas que se quedan grabadas en la memoria para siempre jamás.
Me tengo que remontar unos
cuantos años atrás, quizás diez, para poner en pié la historia. Se trata de una
típica historia de amor: chico conoce chica, se gustan, salen durante un tiempo
y finalmente se casan. Bueno, más que finalmente, inicialmente, pues la historia
comienza justo aquí. Cuando por fin están casados, ella le revela a su ya
marido un secreto que le ha estado ocultando durante todo el tiempo. Llamémosle
a la chica María y a él Paco.
-
Paco, hay
algo que no te he dicho de mí, tienes que perdonarme, pero me han dado tantos
palos en la vida que me tenía que asegurar de que tú eras diferente, tal y como
eres.
Paco, completamente extrañado,
pues creía conocer todos y cada uno de los secretos más íntimos de su mujer le
preguntó:
-
¿Qué puede
ser?, a estas alturas creo que te conozco a la perfección.
-
Y así es,
contesta ella. Conoces todo lo que tienes que conocer de mí, pero hay un
pequeño detalle que no sabes y probablemente cambie nuestras vidas.
-
Pues no me
hagas más sufrir y dímelo ya, por favor.
-
Sabes que
mi padre era militar.
-
Sí.
-
Bueno, en
realidad tenía un alto cargo militar y, a parte de eso, era heredero de una
gran fortuna familiar. Al ser yo, hija única soy la propietaria de esa fortuna,
que actualmente administra mi madre, con la ayuda de un buen número de
contables.
-
No me lo
puedo creer. ¿De verdad?
-
Sí, antes
de ti he tenido algunos pretendientes, ya lo sabes, pero más que pretenderme a
mí, pretendían mi dinero. Es por eso que no te he dicho nada hasta ahora, t
quería demasiado, y quería estar segura de que tú también me querías a mí. Esa
es también la causa por la que mi madre te mira con recelo, siempre me sobre
protege. La casa de mi madre es la antigua casa de mi abuela materna, más
humilde. Tenemos muchas propiedades y ahora que eres mi marido, tú también las
tienes.
A partir de entonces vivieron una
vida acomodada, Paco siguió trabajando de fisioterapeuta, aunque cada vez
trabaja menos, porque María estaba constantemente organizando una escapada.
Viajaron a China, a Argentina, Tanzania, Rusia e innumerables países de todo el
mundo, convirtiendo su vida en una interminable luna de miel. A los dos años de
su boda, María enfermó de una de estas enfermedades que llaman raras, y en poco
más de un año murió.
Cuán caprichosa es la vida, si
sólo el 0.325 % de los españoles era entonces rico, a María le tocó serlo, y
más tarde, si 0. 02 % personas sufrían en España esa enfermedad, también le
tocó padecerlo. Hay personas que, simplemente, no viven en la media.
Volvemos al 2006, la azafata de
una marca de tabaco, llamémosla, por ejemplo, Pilar, se hallaba en un estanco
del madrileño barrio de Hortaleza, cuando, en un constante entrar y salir de
gente, muestra su presencia un desaliñado hombrecillo, corto de estatura, algo
gordo, con barbas descuidadas y ropa deportiva, que sin embargo, vestía una
amplia y gratificante sonrisa. Pilar se dirigió a él y le preguntó:
-
Buenos
días, caballero, ¿es usted fumador?
Y él, para la confusión y el
asombro de Pilar, contestó:
-
Pues no,
señorita, pero ¿qué me ofrece?
-
Es que
estoy haciendo publicidad de esta marca de tabaco y si compra usted dos
paquetes le regalo un mechero, y si compra un cartón, entonces le gratifico con
este precioso termo y una gorra.
-
¡Qué
maravilla! Pues me voy a llevar dos cartones, que seguro que los termos y las
gorras le viene muy bien a mis amigos Pepe y Eduardo.
Después del chance, el amable
hombre se dirigió al mostrador del estanco y sacó un gran número de quinielas,
sobre unas veinte o así y después, otra vez vino a mí y me dijo:
-
¿Has
desayunado?, ¿quieres que te traiga un zumito o unos donuts?
-
No, muchas
gracias, ya he desayunado, se lo agradezco de verdad.
-
Por Dios,
tutéame, que tampoco soy tan mayor. Está bien, en ese caso, toma, espero que
tengas suerte, a mí una vez me tocó. Y puso en mi mano una de las quinielas
que acababa de comprar. Era una quiniela
de fútbol, con tres dobles y tres triples.
-
No, no, no
puedo aceptarlo.
-
Nunca rechaces
la suerte. Y me cerró la mano con la quiniela dentro de ella. Por cierto, ¿tú fumas?
-
Pues
desgraciadamente sí.
-
Pues toma.
Y puso en mi otra mano dos paquetes del tabaco que yo estaba promocionando.
-
No, de
verdad, muchas gracias.
-
Sí,
cógelo, pero intenta dejarlo, eres muy joven y muy bonita para maltratar así tu
cuerpo. Lo único valioso que tenemos es la salud. Un saludo, buena suerte y sé
feliz.
La chica quedó tan abrumada con
tal muestra de cariño y simpatía que miró a la estanquera totalmente extrañada
y ella la tranquilizó:
-
No te
preocupes, es Paco, un vecino del barrio. Él es así. Sale todos los días a
comprar cosas que le da a la gente. Le lleva el desayuno a los trabajadores de
por aquí, a los dependientes de las tiendas, a los obreros, lleva comida a los
indigentes, regala lotería y quinielas a diario… es normal.
-
Pero, ¿por
qué? Contestó Pilar sorprendida de haberse encontrado una persona tan
generosa sin razón alguna. Entonces la estanquera comenzó a narrar la historia
de amor ya expuesta. El hombre había encontrado la felicidad, después de la
muerte de su esposa, repartiendo en pequeñas dosis aquella gran fortuna, que
por fortuna había heredado.
De que pelicula has copiado esta historia?
ResponderEliminarQuerido Medio Limón, habrás ido a innumerables conciertos, pero has vivido tan poco... Esta historia es real, y sucede en el mundo en el que tú vives, aunque no lo creas, pues temes salir de tu pequeño cascarón, por si alguien acechara a herir tus sentimientos.
ResponderEliminarVoy a ver si me lo encuentro para que me de un par de paquetes de marlboro...!!!!
ResponderEliminarSolo ayuda a gente necesitada y desinteresada. Tú no das el perfil (por suerte).
ResponderEliminar